Hoy la capital de Turquía, Ankara, se tiñó de sangre. Una marcha por la paz había sido convocada para este sábado 10 de octubre. Aproximadamente a las 9 de la mañana, hora local, una explosión cimbró el piso y los edificios adyacentes. La confusión reinó. El panico hizo mella entre los asistentes. Nadie daba crédito de lo sucedido cuando otra explosión ocurrió.