Al pasar de los días en la caravana, el trabajo de cobertura de los medios libres se mezclaba con la participación activa en la dinámica del movimiento. Con su acelerado ritmo y constante retraso.
Sin la presión del hambre y la necesidad, asistir a una marcha, participar en una asamblea o simplemente estar hablando con alguien más de lo que sea, se convertía en una prioridad que poco a poco hacía que las crónicas se retrasaran.
Algunas, como esta, quedaron en el limbo a falta de una conexión a internet...