La construcción de la línea 12 del metro, significa para los pueblos
rurales del suroriente de la ciudad la aniquilación de los últimos espacios
verdes que existen en la monstruosa mancha de cemento que se extiende desde Toluca hasta Tlaxcala, áreas verdes, boscosas, de suelos de conservación que permiten la recarga de mantos acuíferos, la recuperación de oxígeno, la producción de alimentos y el sagrado entorno de nuestra antigua cultura.