Artículo de Carlos Fazio: El uso de ese lenguaje resulta sumamente grave, pues al instruir "abatir delincuentes" se incita a privar arbitrariamente de la vida a civiles en el momento en que sean considerados delincuentes, sin presunción de inocencia ni juicio previo. De allí que para el Prodh la orden sea un estímulo para cometer ejecuciones extrajudiciales, lo que se agrava por el hecho de que de manera expresa se instruya que esas actividades se realicen "de noche" y para "abatir delincuentes en horas de oscuridad". Nacht-und-Nebel (Noche y niebla). La habitual nocturnidad típica de los escuadrones de la muerte y los grupos paramilitares; el mismo modus operandi de Iguala, Apatzingán y Tanhuato. Tal situación, dice el Prodh, coloca a las tropas "en franca condición de alevosía", circunstancia indicativa del "propósito de ocultamiento de una actividad ilícita" que guía a la orden del alto mando de la Sedena. Máxime, considerando que la directiva que regula el uso legítimo de la fuerza del personal del Ejército y la Fuerza Aérea, no faculta a los militares para "abatir delincuentes" y tampoco existe ley alguna que autorice "abatir" personas.