“Queremos saber quién dio la orden de matar… fueron los policías estatales los que dispararon contra los comunitarios”: Habitantes de la comunidad de Amatillo en Cacahuatepec

Este 14 de enero, a una semana de los hechos de violencia registrados en La Concepción, un grupo de hombres dieron su testimonio a periodistas y al Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan de lo que vivieron el domingo pasado.

La reunión fue en Amatillo, un poblado perteneciente a los Bienes Comunales de Cacahuatepec, cuya ubicación es cercana a la carretera Acapulco-Pinotepa y se localiza antes de llegar a la comunidad de La Concepción. En una cancha de futbol fue la cita. En su mayoría son personas adultas mayores, hay mujeres y más personas que van llegando.

Antes de su reunión como integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa la Parota (CECOP), deciden contar lo que pasó, pidiéndole a la prensa decir la verdad, dejar constancia de la situación que vivieron y viven los niños y las comunidades y, no decir nombres.

La cosa no está tranquila, ahora hay temor, mucho miedo, narra la persona que da su primer testimonio que tendrá unos 45 años, “hay gente armada sin uniforme recorriendo los pueblos en camionetas, no son solo los estatales, ministeriales o el Ejército, hay gente armada de la UPOEG que están entrando como si fuera un territorio liberado, territorio de conquista”. La Comunitaria nos daba seguridad, de alguna manera los frenaba, desde antes había también agresiones pero la fiesta de La Concepción fue un momento clave.

De los hechos ocurridos antes del mediodía del domingo pasado afirma que vieron como el gobierno se fue encima de la gente, los golpearon les quitaron lo que llevaban, eran más de 200, 300, mataron a tres policías comunitarios. Algunas personas se tiraron al piso, yo me tiré. otros se negaron a hacerlo, les quitaron todas sus pertenencias.

Otro hombre, de mayor edad, cruza sus pies que calzan huaraches y recuerda, “llegaron preguntando por el Comandante regional de la Comunitaria, al cementerio lo fueron a traer, escuché puros balazos de automática. Estábamos en la esquina de la Comandancia de la Policía Comunitaria, por el huamúchil, lárgate de aquí, le dijeron arrebatándole el machete que cargaba. “los campesinos lo necesitamos, ¿qué se puede hacer sin machete?” Vótense al suelo, le dijo un policía estatal, ¿porqué? No he robado, ni matado les dije, pero seguían las amenazas, escuchamos disparos que soltaron como hacia Gallinero.

Un hombre más que da su testimonio se ubica frente a los reporteros y dice directamente, “vivimos una masacre del gobierno estatal, fueron los estatales los que tiraron, no culpo a los ministeriales ni a los militares, fue la Estatal, fue el gobierno del estado. Yo llegué como a las 9 de la mañana, me pararon los militares” ¿a dónde vas? Le preguntaron. No tienes derecho a pasar. “Pido permiso para pasar, no tiene autoridad para que me detengan a ir a una asamblea” No tienes derecho de pasar le dijeron, ¿no sabes lo que pasó? Yo se que hay muertos, respondió. ¿Y ese machete? Soy campesino, soy un luchador social, ¿qué es un luchador social? Le increpó el militar, soy del CECOP defiendo la tierra no hay delito en eso, dijo. Finalmente lo dejaron pasar y a los diez metros elementos de Gendarmería lo interrogaron hasta que el militar fue y pidió que lo dejaran pasar.

A los pueblos les dio miedo que llegaran golpeando gente, metiéndose a casas en Aguacaliente y Amatillo. Llegué durante el diálogo entre Marcos que mostraba a los agentes las pruebas de los retenidos el 31 de diciembre, le mostró el arma y la droga que fue decomisada a la persona que confesó que lo habían mandado a matar a Marco. Y el que coordinaba a los policías pidió diálogo, que solo harían el levantamiento cadavérico y hubo gritos entre la gente que tuvo familiares que cayeron en la comisaría y la gente del comisario pero Marco y Vicente dijeron que usáramos la paz, que había diálogo. No parecía que había orden de detener.

El que dirigía el operativo (Esteban Maldonado) se paró, llegaron los estatales y comenzó la agresión, agarraron al comandante regional de la Comunitaria, les quitaron las armas, nunca tiró la Policía Comunitaria, la Policía Estatal es la que tiró, “tírense o los matamos” nos decían, saqué mi machete pero me encañonaron por atrás, nos sentaron en la galerita de palma de la comandancia, me repetían que si no nos tirábamos nos matarían pero nunca lo hicimos, estaba decidido a morir, esperaba el tiro de gracia porque nos decían “vamos a acabar con todos, los vamos a matar”. Me revisaron mi mochila tres veces, traía un resorte y una garrafa de agua. “Corran, a la chingada, corran”.

El cobarde que corra nos decía Marco, seis estatales cortaron cartucho, el helicóptero se escuchaba cerquita arriba, traían cámaras estaban filmando, Los comunitarios nunca dispararon, eran pocos como diez, sí se resistieron pero nunca dispararon, estabamos a lado de ellos, los estatales metieron el dedo a las escopetas, nunca vi a un ministerial que tirara, eran los estatales. El gobernador está metido en eso, tiene que deslindar eso. Porque también tiraron a campo abierto, a las casas, ¿y los niños que había? ¿Y si les pasaba algo? Muchos tienen miedo y no han ido a la escuela.

El hombre vuelve a repetir lo narrado, “corran” nos dijeron. No vi a militares, ni ministerial disparar. Fueron los estatales. Fue un golpe del gobierno estatal, queremos que el gobernador esclarezca esto. Que diga quien fue la persona que dio la orden de matar. Se metieron con la organización, iban a matar a gente de la organización (CECOP) no solo de la Policía Comunitaria.

Estuvieron de los tres niveles pero más el estatal, gente matona, exigimos que se salgan de los pueblos, quieren dominar a los Bienes Comunales, que investiguen derechos humanos lo que pasó, también estamos a la espera del llamado de los abogados, vamos a defender el agua y el río, ¿por eso nos van a mandar a matar? ¿es delito?.

Otro testimonio de un campesino adulto mayor narra que vio como un comunitario corrió hacia el Gallinero y le tiraron. Antes vio llegar al jefe de los policías (Maldonado) y hablaron de los muertos, le explicaron qué pasó, que habían matado a dos comunitarios y por eso pasó el enfrentamiento, que está comprobado que había pistoleros. Tenían tres días rondando el pueblo, los llevaba una persona de La Concepción, cargaban a uno enmascarado, el comisario de la Concepción tiene gente armada.

Ya cuando fue el ataque de la gente del gobierno, cuando comenzaron a desarmar el primer chamaco corrió un tramo regular le tiraron, los policías de azul, “si no me la quitaran contigo me tiraba” dijo el comunitario. Empezó la balacera, los desarmaron, los golpearon a otro lo arrastraron entre dos policías. Es mentira que la Comunitaria tirara balazos, un comunitario un tiro no lo desperdicia.

En la Comunitaria esta la paz la violencia vino de los policías del gobierno. Vienen al área que no le corresponde, aquí también hay servicio de arma. No peleamos con un comunero menos con el gobierno. Esa masacre de gente campesina, la gente del pueblo se llevaron mucho susto, están extraños del cuerpo con esa balacera.

Los comunitarios que mataron eran campesinos, gente de trabajo, que vayan con los delincuentes, a la casa del que murió donde está el huamil, allí les van a encontrar armas de grueso calibre, esos si tendrían que ir a buscarlo, no ha nosotros que llevamos machete, machete es honradez, en la organización vamos entendiendo que tenemos mal gobierno no es la primer masacre que ocurre.

Que nos van a echar presos, de acuerdo, el delito es defender nuestro territorio en donde trabajamos eso es un delito, por eso enviaron al compañero Marco la otra vez a Tepic. El gobierno no respeta a la gente campesina, a los pobres del campo, los explotados, oprimidos por este mal gobierno, ya no queremos que nos suceda esto.

Estaba en el huamuchito, primer balazo que oí vino hacia la calle que viene por el Gallinero. Al otro lado de la casa de justicia allí desarmaron a un comunitario y le dispararon pasando la cancha lo fueron a alcanzar, agárrenmelo y tráiganmelo dijo uno, lo volvieron a golpear lo arrastraron de los pies hasta donde empezaron los tiros, traía playera de comunitario.

El último testimonio es de un señor que acudió de otro poblado a ver si no le había tocado a algún familiar un accidente. En la iglesia tres estatales me marcaron el alto, pero caminé y llegué a la comandancia”. Te vas a ir preso, me dijeron, uno de ellos gritó, como quiera ahorita te vamos a matar. Solo esperábamos, la Policía Estatal cortaba cartucho, y nos repetían vamos a hablar para que mandan la carroza y se lleven a todo esto de aquí. Esperé a que prendiera la balacera, no tenía miedo, no llevaba arma y no creí que el gobierno fuera posible. La Comunitaria nunca disparó, les quitaron la escopeta y vimos que ellos mismos dispararon, Yo vi cuando el estatal disparó.

Golpearon a los policías comunitarios, a un señor de 78 años. Nos esposaron, nos aventaron a seis en una camioneta acostados, encimados, nos llevaron a la Fiscalía, no sabía a donde nos llevaban, nos dijeron esta noche estarán aquí y luego los trasladamos a otro lado, éramos 38 personas.

La Policía Comunitaria no se resistió por las mujeres que había, iba a haber más muertos. El Comisario de La Concepción tiene culpa, nosotros hacemos reuniones porque no queremos que se haga esa presa (La Parota), queremos que respeten al rio y su material antes la gente sacaba su dinerito o utilizaba la grava, después llegó la gravillera ya no dejaban pasar. Los camiones de la gravillera pasaban por La Concepción, el rico siempre paga.

Me liberaron en la Colosio, me pusieron que tenía un rifle 22 con 10 en la recamara y otros diez en la bolsa. 364 gramos de marihuana, yo no fumo ninguna clase de tabaco, desde el 90 no he tomado una gota de alcohol. Un abogado habló y salimos, muchos ni machete usamos y como quiera se llevaron todo lo que quitaron. Salimos el miércoles, tengo que ir a firmar el 19 y así tres meses, que nos van a investigar, que lo hagan apenas se me dio tomate.