Nuevamente las lágrimas eran una constante de los que ocupaban el micrófono y escuchaban atentos, palabras que buscan donde sostener el dolor causada por la incertidumbre y la vejación de perder seres queridos: hijos, padres, hermanas, amigos que son buscados con el dolor atravezado y la frialdad de una burocracia legal y comunmente corrupta e insensible.