Texto de Omar García, normalista de Ayotzinapa: Con cada golpe que ellos daban, el movimiento les propinaba otro en respuesta. Y miles y miles de personas se identificaron con unas víctimas de desaparición forzada que no supieron darle lástima a nadie, sino que levantaron la frente y emprendieron una búsqueda que lejos está de terminarse. Y nos hablaron fuerte. Y al hacerlo, México y el mundo comenzó a hablar fuerte también. Porque no era una mentira lo que los padres decían al mundo, no se inventaron que en México la situación para el pueblo iba de mal en peor.