Al cumplirse 9 días de esta nueva huelga de hambre me encuentro un tanto deteriorado, pero con firmeza y convicción que se acrecientan como el odio que se aumenta en la tensión y sensación constante de belicosidad y ánimos insurreccionales. Por lo cual, ante la respuesta de la institución en seguir hostigando y aplazando los términos de la respuesta hacia las propuestas de nuestra convicción, han hecho que esta huelga se tenga que prolongar.