Nos encontramos nuevamente ante un panorama desolador en nuestro país, volvemos a vivir el desprecio, el sinsentido y la indolencia gubernamental que padecieron nuestras abuelas y nuestras madres en sus búsquedas y exigencias a lo largo de estas cuatro décadas de impunidad. A pesar de ello, a 15 años de lucha y dignidad, nosotros (a diferencia de quienes mal gobiernan este país) no nos cansamos, seguiremos adelante, seguiremos buscando a nuestras madres, a nuestros padres y a todos los que nos faltan, seguiremos exigiendo verdad, justicia y memoria para nuestra sociedad.