Artículo de Raúl Zibechi. El zapatismo no dialoga con los políticos del sistema, ni con los de derecha ni con los de izquierda. Se dirige a quienes queremos cambiar el mundo, a los que aspiramos a construir un mundo nuevo y, por lo tanto, decidimos no transitar el camino de las instituciones sino trabajar abajo, con los y las de abajo. Y encuentra que una de las mayores dificultades que en esos espacios es la soberbia, el individualismo al que define como perfectamente compatible con el vanguardismo