En el contexto social que estamos viviendo, el gobierno de Peña Nieto y, en el Distrito Federal el de su aliado, Miguel Ángel Mancera; han tratado de destruir todo intento de la organización popular, han tratado de invisibilizar y frenar las manifestaciones que le son incómodas, buscan desarticular los movimientos sociales y estudiantiles que intentan contrarrestar las políticas y reformas neoliberales, y todo esto planean lograrlo a base de aumentar la represión al pueblo organizado, la criminalizando de la protesta social y la condena al pensamiento crítico, disidente y de izquierda.