El 8 de julio reinició la huelga de hambre que empezó en las prisiones de California, Estados Unidos, hace dos años. Las cinco demandas básicas siguen vigentes: la eliminación del aislamiento prolongado en una celda; la abolición de castigos colectivos; la abolición de la interrogación obligatoria sobre afiliaciones pandilleras; la provisión de comida adecuada; y el establecimiento o ampliación de programas educativos y culturales.