Con una mano, aun con el puño cerrado, meto el boleto en el torniquete y sólo pago tres reales. Fueron siete manifestaciones para eso, pero en las últimas veo gente con lagañas, ya ni me lavo los dientes, despierto ahora con el control remoto babeado en el pecho. / Con la otra mano aprieto garganta de vampiro: ¡regrésame mi sangre, cariado! Puede tener mi sangre roja en el bigote desde hace siglos o puede ser sirena desdentada, lo que importa es que haya alguien a quien ahorcar. / Con la tercera mano me llevo a la oreja una bolsa de frijol. Me lleno de harina por el ombligo. Me voy a vengar. ¿Pero por dónde masticar? Si algo me llevo a la boca es mi celular ultra, neón conectado al futuro gris. Comer las fotos. Le meto un tenedor a una cachucha gringa y me empanzo. Bebo gasolina de mi carrazo nuevo comprado en 90 pagos.