Pinceladas de acuarela a lo lejos dibujan el paisaje, aquellas montañas curvilíneas y seductoras de Michoacán. Los bosques que las colorean y dan textura, aún tienen cabida para los pinos en pie de lucha. Han sido masacrados, talados en la sombra de la impunidad hasta el ¡Ya Basta! que recorrió Cherán, el 15 de noviembre hace exactamente siete meses.