Revoluciones por venir

, por Coatl

Mientras las llamas de la rebelión y la resistencia se prenden en las
antiguas ciudades árabes, los politólogos de Estados Unidos
(especialmente los derechistas) nos advierten de la perdición inminente
en la forma de alzas en el precio de la gasolina y de una pesadilla que
provoca reacciones casi histéricas ––¡los islamistas!

Pero hay algo curioso sobre las rebeliones y las revoluciones: pueden
empezar de una manera, pero nadie ––¡Nadie!––sabe como van a terminar.
Ésta es la naturaleza de las revoluciones.

Parece que las voces de la clase de politólogos estadunidenses han
olvidado que los Padres Fundadores de Estados Unidos, a quienes les
encanta venerar y elogiar como “profetas de la libertad”, eran de cierta
manera revolucionarios que enfrentaron (con un poco de ayuda y dinero de
los franceses) al imperio más poderoso de la época ––el británico.

La mera idea de tener una nación sin rey era... revolucionaria. Por
eso, cuando Francia hizo su revolución unos años después, las coronas de
Europa se unieron en una conspiración para aplastar a los
revolucionarios franceses. En aquel entonces se creía que los reyes y
las reinas gobernaban por la voluntad de Dios, es decir por derecho divino.

Las revoluciones en Estados Unidos, Francia y Haití desafiaron esa
teoría y mostraron su falsedad.

Al hablar desde la galería de la Casa de Diputados federal en 1848
[antes de ser Presidente], Abraham Lincoln dijo: "Un aspecto de las
revoluciones es que no obedecen los antiguos lineamientos y leyes, sino
que rompen con estos y crean algo nuevo".

Las fuerzas que ahora estallan en varios países de África del Norte y
del Golfo Pérsico fueron contenidas durante generaciones por poderosos
gobiernos, represivos y despiadados, muchos de los cuales han sido
fieles aliados de Estados Unidos. Las fuerzas desatadas en las
recientes semanas amenazan con trastornar muchas, tal vez la mayoría, de
las viejas relaciones y acuerdos que son las bases de la política
estadounidense en el Medio Oriente.

Es notable que ningún "experto" sobre la región y prácticamente ninguna
cabeza parlante de la televisión tenía la menor idea de lo que iba a
pasar, hasta que el muro de contención se rompió y la hirviente rabia brotó.

No sabemos cuándo ni dónde estas fuerzas se vayan a disipar. Se pueden
irradiar durante años. De hecho, se pueden extender hacia otras partes
del mundo.

Ésta también es la naturaleza de la revolución.

Desde el corredor de la muerte soy Mumia Abu-Jamal.

—(c) ’11maj
26 de febrero de 2011
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com

Traducción Amig@s de Mumia, México