Comunicado del FPDT - Atenco 15 de septiembre 2015


Ni siervos futuros, ni aldeanos deslumbrados.
José Martí.

Es de tradición conmemorar en estas fechas aquellos días donde hace más de dos siglos, hombres y mujeres como el cura Hidalgo, Morelos, Josefa Ortíz de Dominguez, Guerrero conspiraron contra la corona española y tres siglos de colonialismo bestial que mantenía a los indígenas más pobres esclavos en su propia tierra.

Lo que no se nos dice es que la guerra por la independencia que inicia en 1810, no llegó a su conclusión pues a las décadas siguientes le siguieron batallas que cobraron la vida de los más humildes. Pasó un siglo más para llegar a la Revolución mexicana y Zapata y Villa, entre otros guerreros volvieron a levantar la bandera de tierra y libertad, que de no ser por quienes sí comprendieron el sentido de tan profunda demanda, nuestras condiciones de vida serían más complejas de lo que hoy se muestra.

En estas tierras sagradas de Atenco, nuestros abuelos y bisabuelos lucharon para que se les restituyera la tierra y en 1929 las familias volvían a tener un pedazo de tierra propio. Quienes tengan memoria y curiosidad por conocer su propia historia sabrán que hacerlas fértiles costó trabajo y vida, sangre y sacrificio de nuestros abuelos. Nada les regalaron, porque fue su lucha y sus manos quienes las labraron con amor pensando que mañana sus hijos y los hijos de sus hijos las conservarían y las mejorarían para su bien y su descendencia.

Sin embargo, no imaginarían que esas tierras un día serían codicia de prepotentes gobiernos y mucho menos moneda de cambio de sus propios hijos.

En los últimos 15 años la historia ha desafiado a este pedacito de patria llamado Atenco, poniendo en nuestras manos la responsabilidad de mantener la cabeza en alto o agacharnos ante las migajas que derrocha el gran capital para la construcción de un aeropuerto de muerte.

Chantajean con su supuesto desarrollo y sugieren «modernización» con «beneficios» efímeros y de corto plazo, con dinero fácil porque basta con agachar la cabeza y estirar la mano para ahondar la herida y el agravio de la que los traidores de la patria son responsables.

Se equivocan quienes afirman entre dientes y de manera cobarde que los defendemos a la madre tierra y nos oponemos al aeropuerto de muerte nos negamos a crecer y desarrollarnos como pueblo.

No se confundan: una cosa es el desarrollo que nace del trabajo colectivo del pueblo y que responde a sus intereses básicos y la aspiración de una vida digna PARA TODOS Y TODAS, y otra son los cuentos de hadas que ofrece la mafia priísta que ha venido operando el despojo, entre otras artimañas, con migajas y el desmantelamiento de la propiedad social como es el ejido -al que el 1o de junio del año pasado (2014) con una asamblea espuria e ilegal pretende cambiar el uso de suelo).

Sería irresponsable pensar que las condiciones actuales son las mismas que las que tuvimos hace quince años cuando emprendimos y ganamos la primer batalla contra el aeropuerto y en la que muchos pelearon dignamente. No, las condiciones actuales son más complejas. No fue en vano la venganza y barbarie de mayo del 2006, como no ha sido en vano imponer a un bisoño que brilla por su ignorancia, primero de comisariado ejidal y ahora de presidente municipal, no ha sido en vano generar polarización entre la población y menos aún adiestrar a un grupo de gentes con la dignidad por los suelos con la única capacidad de vociferar y rasguñar tortas.

Hace un año en estas fechas Enrique Peña Nieto dio a conocer el esqueleto del aeropuerto y deslumbrados algunos aplaudieron su propia condena. Pasó el año y con ello una debacle política no sólo por el horror que puso al desnudo el caso de los 43 normalistas desaparecidos, sino por todo el desastre económico que está ocasionado el entreguismo más descarado del país entero.

Ahora se anuncian las licitaciones y la amenaza clara de que el aeropuerto iniciará su construcción, montando así, como lo hizo Vicente Fox, una imposición a todas luces ilegal.

Se repite en los medios que nuestro Atenco no será tocado y mandan a operar el cambio de uso de suelo para que el despojo sea maquillado. Replican los medios más nefastos que Atenco no será afectado y en toda la región construyen carreteras y centros comerciales donde antes fueron ejidos y despojan a nuestros vecinos a punta de represión como ocurrió hace unas semanas en la comunidad vecina de Tequisistlan.

Vociferan los más serviles que Atenco se beneficiará con el aeropuerto de muerte, pero no dicen que el daño ambiental y social será irreversible. Tampoco dicen que el negocio no es en sí el aeropuerto, sino toda la inversión que apuesta el gran capital a quien desde ya se le garantiza una indemnización, o que es lo mismo un cheque en blanco, cuando inocentemente descubran -lo que ya saben- de que el aeropuerto en este territorio sagrado está condenado al fracaso.

¿QUIEN GANA? ¿Quién se beneficia con megaproyectos como el aeropuerto? Los únicos que ganan aquí son los grandes empresarios. Ganan los gobernantes que se sirven con la pobreza del pueblo y uno que otro vividor que le juega a ser un listo gusano.

¿Y de dónde cree usted que saldrán las indemnizaciones para las empresas inversoras? Nada más y nada menos que de los impuestos que genera el pueblo y que debieran servir para garantizar educación, salud, vivienda, trabajo y un retiro digno.

¿Realmente el pueblo mexicano necesita otro aeropuerto? ¿Realmente esta obra que cuesta millones y millones de dolares es de utilidad pública? Nosotros sostenemos que el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México NO ES DE UTILIDAD PÚBLICA, y sí un empecinamiento de la mafía priísta y grupos a fines.

Lamentablemente a nuestro país le falta mucho por crecer verdaderamente, y no hablamos de hacer más obras rimbombantes que han destruido pueblos y riquezas naturales. Hablamos de crecer moralmente, hablamos de hacerle honor al avance de la humanidad poniendo en alto la preservación de la vida y de los principios para la dignidad.

Algunos ya se instalaron del lado de los vencidos, a ellos y ellas queremos decirles que pelear porque sus hijos vivan libres y dignamente vale la pena y que están a tiempo de no llevarse la vergüenza de heredar esclavitud y retroceder siglos atrás.

Al gobierno represor de Enrique Peña Nieto y todas las instancias legitimadoras del despojo, les recordamos que existe un juicio legal que por más que evadan su responsabilidad, tarde o temprano tendrán que enfrentar, igual que nuestra oposición organizada a su aeropuerto de muerte.

A las instancias como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, especialmente a sus trabajadores más honestos, les decimos que los necesitamos en su papel de custodios de la historia, de la identidad y preservación de nuestras raíces, y les ofrecemos todas las pruebas
de que Atenco, Texcoco y toda la región donde reino Nezahualcoyotl, es tan sagrada y digna de defender.

A nuestros compañeros ejidatarios, sus hijos y nietos, los llamamos a redoblar esfuerzos, a cerrar filas para construir y fortalecer la resistencia que se necesita, porque sí es posible echar abajo la vileza, porque vale más vivir dando la cara al sol que sobrevivir con la cabeza abajo.

Todo nuestro abrazo y moral a nuestros hermanos que luchan es sus trincheras por la tierra, a los jóvenes que abren surcos de futuro, a los periodistas comprometidos con la verdad.

Nuestra lucha también es junto a los padres y hermanos de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos:

¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

¡LA TIERRA ES VIDA, LA TIERRA NO SE VENDE, SE AMA Y SE DEFIENDE!

¡ATENCO EN PIE DE LUCHA!