En Azcapo, también contra los megaproyectos

, por robot

[|PUEBLOS ORIGINARIOS, BARRIOS, COLONIAS Y UNIDADES HABITACIONALES DE AZCAPOTZALCO DEFIENDEN SU TERRITORIO, SUS ÁREAS VERDES Y SU CULTURA|]

En terrenos que fueron parte del viejo Rastro de Ferrería de está construyendo desde marzo de 2009 un megaproyecto llamado “Arena de la Ciudad de México”.

Ahí, como parte de un lujoso centro de espectáculos que tendrá una capacidad de 22 mil personas, se pretende crear una megaplaza, un estadio olímpico, hoteles con 125 suites de lujo y 5 mil cajones de estacionamiento, y una universidad tecnológica (una sucursal del “Tec de Monterrey” (en una zona eminentemente proletaria).

Empresarios del Grupo Avalanz (administradores de la Arena Monterrey), el consorcio Zignia Live y el Gobierno del Distrito Federal conformaron un “sistema de actuación por cooperación” -que es un mecanismo donde ambas partes "cooperan" para crear y mejorar infraestructura- para la construcción del centro de espectáculos.

El gobierno de Marcelo Ebrard “aportó” el terreno ubicado en avenida Granjas, colonia Santa Bárbara, con una superficie de 81 mil 487.279 metros cuadrados, mientras que la iniciativa privada se encargará de la construcción del inmueble estimado en 300 millones de dólares. El GDF “aporta" un terreno que no es suyo. Hay que recordar que estas tierras, donde operó el Rastro de Ferrería, son propiedad de la nación. La nación somos todos los mexicanos, el gobierno es sólo el administrador en turno. Para disponer de tierras que pertenecen a la nación a nadie consultaron. Dispone el gobierno de lo que no es suyo para hacer un meganegocio con capitalistas privados.

Esto ocasionará, en el caso de Ferrería, la desaparición del mercado de abasto, espacio de trabajo de un buen número de comerciantes y donde los habitantes de esta zona encuentran todavía carne, legumbres, frutas y otros comestibles a precios accesibles.

La obra está en marcha desde 2009. Conforme los vecinos ven su monstruoso avance, aumenta la preocupación, ya que van enterándose paulatinamente de todo lo que éste y otros megaproyectos en ciernes, como el llamado “Foro Estadio” despojarán y arrasarán en sus alrededores para su funcionalidad y beneficio.

A finales del 2010, el GDF formalizó, al publicarse en la Gaceta Oficial, este proyecto con la aplicación del “sistema de actuación por cooperación”, en este caso concesionando a la empresa Zignia Live (que también participa en el proyecto de la Arena de la Ciudad de México), la construcción y operación de las instalaciones de un Estadio Olímpico, la "aportación" del gobierno es parte de las instalaciones de la Alameda Norte y el Deportivo Reynosa. Es decir, el "Foro Estadio" costará a los habitantes el ser despojados del Deportivo Azcapotzalco (más conocido como Deportivo Reynosa) y la destrucción de uno de sus pulmones: la Alamea Norte (cuyos terrenos también fueron parte del viejo Rastro de Ferrería).

Los terrenos que "aportará" el GDF (del Deportivo Reynosa y la Alameda Norte) son un área de 7.2 hectáreas para que la iniciativa privada edifique lo que será el Foro-Estadio Azcapotzalco donde haya actividades deportivas y espectáculos privados.

El jefe delegacional en Azcapotzalco, Enrique Vargas, dijo, que parte del convenio con los inversionistas es que se encarguen del mantenimiento del resto de las instalaciones del Deportivo Reynosa pues sólo se "aportó" una parte de sus 24 hectáreas. O sea: el gobierno nos despoja de parques, deportivos y áreas verdes, las concesiona a invesrionistas privados para que hagan negocio y, como parte del pago, se hagan cargo de las labores de mantenimiento de lo que no se privatizó, labores que de por sí pagamos los ciudadanos con nuestros impuestos. ¡Negocio redondo!

El tercer proyecto, mediante el esquema citado (“Sistema de Actuación por Cooperación”), es un centro de educación media-superior y capacitación (La "Universidad" CNCI de Monterrey) en las inmediaciones de la Unidad Habitacional El Rosario.

Según Enrique Vargas, jefe delegacional, el terreno que se “aportará” está ubicado en la Unidad Habitacional El Rosario, a cambio, se ha solicitado que el 50% del alumnado corresponda a jóvenes de la zona, “becados” para cursar sus estudios en esa escuela privada

En el caso del Deportivo 20 de Noviembre, también conocido como “La Rosita”, en octubre de 2010, pese a las manifestaciones de rechazo por parte de los vecinos, se cerró para construir ahí un CENDI (Centro de Desarrollo Infantil). Ya había ahí un CENDI, sólo que ahora se construye uno más grande a costa de despojar a la comunidad de sus áreas verdes y el espacio recreativo. Hay que destacar que los vecinos no están en contra de que se construya un CENDI, en contra de lo que están es de que se construya sacrificando el parque. “Está bien, que lo construyan, pero en otra parte, que respeten nuestro parque”.

Los CENDI son instituciones públicas que se construyen con erario público (nuestros impuestos), pero que se concesionan a particulares, en este caso allegados del actual delegado. Un negocio más.

Recuerdan los vecinos más antiguos que ese parque, las escuelas y clínicas públicas que existen en tierras de los pueblos y barrios originarios de Azcapotzalco (San Marcos, Santa Bárbara, Santo Tomás, Santa Catarina, San Martín Xochináhuac, San Pablo, Santa Inés, San Andrés, entre otros) se construyeron en terrenos donados por las comunidades de los mismos, pues fueron tierras ejidales antes de ser urbanizados.

Pero no es todo, también el GDF y el de Azcapotzalco proyectan ampliar las vialidades en calles como El Rosario y Los Ángeles, con lo que muchas viviendas serán derribadas para la construcción de Ejes Viales, pensados fundamentalmente para facilitar el acceso a los megaproyectos concesionados al gran capital.

En resumen, el gobierno del DF y el de Azcapotzalco disponen de terrenos y espacios que no son suyos, despojan a los habitantes de los pueblos originarios, barrios, colonias y unidades habitacionales de Azcapotzalco, para hacer negocio con empresarios. No para realizar obras de beneficio para la comunidad, sino para grandes centros de espectáculos, hoteles de lujo, plazas comerciales, estadios privados, escuelas y tecnológicos de paga.

Por eso, gran número de vecinos de Azcapotzalco se están manifestando en las calles defendiendo su territorio, sus viviendas, sus áreas verdes, su cultura, su historia.

A las manifestaciones populares de repudio, el gobierno ha respondido como acostumbra: con violencia, utilizando la fuerza pública para reprimir a los vecinos inconformes, y con campañas publicitarias mentirosas.

No ha informado de manera verídica ni suficiente sobre las implicaciones y efectos que tendrán estas obras en la vida de los habitantes.

La materia gris de nuestros gobernantes no da más que para mandar repartir miles de palfletos y colocar grandes mantas en las grandes avenidas con la leyenda "No te dejes engañar..."

La Otra Campaña-Azcapotzalco