Represión sistemática y crímenes de lesa humanidad en agravio de nuestra Normal Rural de Ayotzinapa

* Los crímenes de los días 26 y 27 de septiembre se enmarcan dentro de un ciclo de criminalización y represión sistemática que se traducen en graves violaciones a los derechos humanos contra alumnos de nuestra normal.

* Preocupan las líneas de investigación que han abierto las autoridades, ya que representa un intento de criminalizar a nuestra normal y reducir los graves hechos a una disputa delincuencial.

Las recientes declaraciones del Procurador General de la República basada en los testimonios de los detenidos por las ejecuciones extrajudiciales y desaparición forzada de 43 compañeros normalistas representan una tendencia de impulsar una línea de investigación relacionada con la disputa de las bandas delincuenciales por la plaza de Iguala en la que los estudiantes habríamos sido utilizados un bando para tal fin.

La normal de Ayotzinapa, rechaza categóricamente estas líneas de investigación y solicita a la Procuraduría General de la República el re direccionamiento de la misma, para lo cual estamos dispuestos a colaborar.

Enfatizamos que los crímenes cobardes y arteros cometidos contra estudiantes inermes, forman parte de un patrón sistemático de criminalización y represión que vive nuestra normal desde hace décadas. Con el correr los años y a medida que el modelo económico capitalista se profundiza y afianza las agresiones han aumentado exponencialmente contra nuestra casa de estudios. Esta ola represiva tuvo su máxima expresión el 12 de diciembre cuando en una manifestación pacífica perdieron la vida los hijos de nuestra normal Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, 9 compañeros más habrían sido torturados y 24 detenidos arbitrariamente. De estos hechos existe una total impunidad. Los únicos policías detenidos el año pasado fueron exonerados. Los funcionarios responsables siguen enquistados en sus cargos.

La impunidad que rodea las graves violaciones que sufrimos el 12 de diciembre del 2011, junto a otros crímenes cometidos contra luchadores sociales, seguido de la criminalización y asfixia presupuestal de nuestra Normal rural son algunas de las causas que generaron el artero crimen de nuestros compañeros los días 26 y 27 de septiembre.

Rechazamos cualquier vínculo que desde las esferas del poder se quiera hacer de nuestra histórica y emblemática normal con grupos delictivos. El pueblo de guerrero es testigo que nuestra casa de estudios ha sido formadora de profesores rurales comprometidos con la educación de las clases pobres. Ha forjado a lo largo y ancho del Estado la conciencia crítica que cuestiona a los poderosos y a su política económica que cada día excluye a la mayoría y enriquece a unos cuantos.

Ese ha sido nuestro delito alzar la voz contra las injusticias, pobreza, marginación y falta de libertades del pueblo trabajador, por ello el Estado nos descalifica, denosta, persigue y nos mata, mientras que al crimen organizado lo cubre con el manto y uniforme que brinda el poder público y se confabula con ellos para matarnos como un intento de acallar las voces libertad y justicia que surgen con estridencia desde Ayotzinapa.

Los días 26 y 27 de septiembre acudimos a Iguala para hacer colecta de recursos y conseguir transporte para nuestras prácticas de campo y para trasladar a nuestros compañeros de las normales rurales a la ciudad México para conmemorar la matanza de Tlatelolco. Fuimos estudiantes humildes hijos de campesinos y amas de casa, nuestra única arma era nuestra convicción lucha contra las injusticias y falta de libertades en nuestro país con la seguridad que tanto el 68 como ahora el autoritarismo permanece intacto.

Por todo lo anterior expresamos lo siguiente:

1.- La presentación con vida e inmediata de nuestros 43 compañeros

2.- El rechazo categórico de pretender vincularnos con grupos de la delincuencia organizada.

3.- Que el gobierno de Peña nieto reconozca públicamente que nuestra normal es un centro de formación y educación para la población pobre de nuestro país.

4.- Que la PGR redireccione las líneas de investigación tomando en cuenta los elementos que los estudiantes estamos aportando.

5.- Que el Presidente Enrique Peña nieto escuche directamente la voz de los padres de familia y los estudiantes de Ayotzinapa.