Carta de Fernando Barcenas sobre su situación jurídica

Salud compañerxs:

Les envío éstas letras para hacerles saber un poco más sobre mi situación jurídica.

Como podrán saber; los cargos de los que se me acusa son: ataques a la paz pública y asociación delictuosa.

El primero (Ataques a la paz pública) es debido a que se me atribuye la responsabilidad de dañar el árbol artificial navideño, propiedad de coca cola; empresa que en ningún momento demandó acusación alguna. Por lo cual queda clara la consigna de las autoridades del GDF de retenerme en prisión y ajusticiarme como una forma más de reflejar públicamente la imposición de su orden mediante un absoluto represivo (sistema carcelario) que se engendra en las entrañas del estado y sus leyes enérgicas y dominantes, que recaen con mayor fuerza sobre el pueblo miserable y oprimido…

Sobre lxs que no tenemos NADA!!

Segundo (Asociación delictuosa) se fundamenta en la supuesta “organización previa” a los hechos, en los cuales aseguran (sin fundamento concreto alguno) que me organicé junto con dos personas más con el propósito de delinquir.

La jueza 43 de lo penal del D-F ha manifestado bajo su criterio lo siguiente: “La conducta que se les atribuye a los sujetos activos es, es incompatible con las reglas de una vida pacífica y se reputa como dañosa socialmente”.

Cabe mencionar que la razón de que aún me encuentre en la prisión, es el hecho de que la consignación del GDF así lo demandaba; por lo cual, han hecho lo posible por sostener a toda costa el delito de “asociación delictuosa”.

Al no encontrar ningún otro basamento, los tribunales se han aferrado a sostener este delito mediante la criminalización, y el desprestigio de la lucha anarquista. Criminalización que históricamente ha perdurado en nuestras filas; estigmatizados y combatidos no solo por policías y tribunales; sino que incluso por mismos “revolucionarios” y compañeros de ideas que sin más, se atreven a atacarnos, difamarnos y nombrarnos; “anarco-delincuentes” o “anarco-insurreccionales”.

Así mismo y bajo esta táctica, las resoluciones jurídicas se presentan de la siguiente manera:

“Portaban diversas mochilas en cuyos interiores fueron localizados: prendas de vestir (playeras), mascarillas anti gas, blines, piedras, diversas botellas, mechas, estopa, encendedores; así como objetos con las leyendas “desobediencia civil”, “muerte a la policía”, “anarquía”, “destruyamos el odio racial”, “punks y skins v.s polis y sordos” “muerte al estado y viva la anarquía” y “ser antifascista no es un delito”.

Basamento sobre el que es doble aseverar que existió un acuerdo previo por parte de los detenidos.

Aunado a ello, llevaban los instrumentos necesarios para elaborar artefactos inflamables; incluso TENIAN EN SU PODER ENSERES EN LOS QUE PLASMARON SUS CONSIGNAS; que por su contenido, sirven para evidenciar que previo a la comisión de los hechos delictuosos, existió un acuerdo de voluntades para organizarse con la finalidad de delinquir”

Segundo amparo indirecto interpuesto por la defensa, el cual se encuentra en revisión.

Con todo lo anterior, es claro y evidente el incentivo criminalizador el cual es evidencia de toda la cantidad de recursos y tiempos que han emprendido las “autoridades” para terminar con todo brote de insurrección.

Esto proviene del miedo que sienten al saber que su autoridad es cuestionada y que en un futuro no lejano; cuando el pueblo recobre su libertad, será aniquilada.

Sino, entonces ¿Porque compraría el estado mexicano más elementos de tortura? La respuesta es clara y es que no sirven sino para torturar bajo las disposiciones que consigna el último informe del Departamento del estado estadounidense sobre la situación de “derechos humanos en el mundo”. Estos elementos se presentan bajo el rubro de “control del delito” y manifiesta su asquerosa red de poder disciplinario (desde luego viciado por la corrupción, como es normal en las instituciones mexicanas) en el día con día en las prisiones, y no solo tortura, sino que juzga y margina a los individuos que son sometidos ante poder disciplinario.

Ante la ley lxs anarquistas somos delincuentes; la mayor parte de los medios de difusión, no se reservan de llamarnos, infractores”, “ilegalistas”, “portadores de todo lo negativo”. Siempre seremos lxs antagonistas, “malévolos” y “bandidos”. Sin embargo nosotrxs sabemos la verdad y debemos decirla. Lo que el sistema y su aparato ideológico hacen es difamar y desprestigiar; lxs individuxs del movimiento libertario somos personas comunes, en general con buenas iniciativas y propuestas, con ideales y sueños, con problemas individuales como todxs lxs demás, solo que nosotrxs hemos elegido guiar nuestra existencia en un sentido más digno; sobre el campo de la lucha, la rabia, la dignidad y la libertad.

Es por eso, que a todxs aquellxs que nos tachan de “ilegales”, “delincuentes” y “provocadores de la violencia”, me permito reiterarles que la autodefensa es un derechos que nosotrxs mismxs nos hemos atribuido, ante el brutal despliegue de la contrainsurgencia; un derecho que creo merece ser tomado y defendido con la fuerza del braz y de la razón, por todxs aquellxs que por sus actividades políticas están o estuvieron en la cárcel, fueron secuestradxs, golpeadxs, violadxs, silenciadxs y en algunos casos asesinadxs.

De igual manera me dirijo a lxs compañerxs comunistas; quienes se han atrevido a llamarnos “traidores de clase” o “contrarrevolucionarios” por el hecho de llevar a cabo prácticas y tendencias ligadas a la corriente insurreccionalista; lo cual ha provocado que nos llamen inmediatistas o violentos; crítica ante la cual debo protestar pues todas estas prácticas no son provenientes de un “nuevo sujeto revolucionario”, sino que vienen comprendidas y han prevalecido a lo largo de la historia del anarquismo.

Se trata de luchar permanentemente contra todos los aspectos del capitalismo, intensificando y provocando las rupturas en todos los esquemas del sistema/estado.

¡Por una transformación social y por la Anarquía!

FERCHO