Una mujer llamada Maya, 1928-2014

por Mumia Abu-Jamal

“Maya Angelou” tenía que ser el nombre de una poeta. Es demasiado perfecto, demasiado lírico para describir a cualquier otra personalidad.

Nacida Marguerite Johnson el 4 de abril, 1928 en St. Louis, Missouri, ella encendió una estela incandescente por los cielos. Fue una voz de memoria, poeta, autora y activista; además, dio clases a generaciones de estudiantes como una respetada profesora de literatura.

De joven, pisó las tablas como bailadora africana. Era íntima amiga y colega de Malcolm X y por un breve periodo colaboró con él en su grupo post Nación de Islam ––la Organización de Unidad Africana Americana.

Durante la presidencia de Kwame Nkrumah a principios de los años 60, Ghana atrajo a activistas de todo el mundo, y especialmente a mucha gente negra de Estados Unidos, incluyendo a Maya Ángelou, quien se quedó a vivir ahí en África Occidental. En Ghana se reunió con Malcolm justamente después de su peregrinación a Mecca, cuando bronceado por el sol africano y con barba de candado, llegó a su puerta.

El asesinato de Malcolm X ha de haber marcado un viraje irreversible en su vida porque le pareció la “obra de lunáticos”. Ella se enteró del atentado al recibir una llamada mientras visitaba a una pariente en San Francisco y la noticia la dejó helada en un estado de shock. Sin que lo pidiera, su hermano apareció en la casa y se la llevó en su coche. Mientras caminaban en la comunidad negra y después en el distrito del Fillmore, la gente habló de Malcolm, pero decididamente de manera negativa. “Recibió su merecido”, dijo una persona. “Se lo ganó”, dijo otra. Su hermano se dirigió a Maya diciendo: “Éstas son las personas por las que ese hombre murió”.

A partir de ahí, Maya Angelou se dedicó a escribir, ser madre, dar clases, ser mentora. Su autobiografía, I Know Why the Caged Bird Sings (Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado), la historia de una infancia llena de traición, venganza y muerte, sería acompañada por obras poéticas de asombro, luz y esperanza. Su magnífica voz contralto le prestó a una inauguración presidencial una nobleza que no mereció cuando ella leyó su poema “In the Pulse of the Morning” (En el pulso de la mañana), que reza: “La historia, a pesar de su dolor desgarrador, no puede pasar no vivida, pero si se enfrenta con valor, no hay que vivirla de nuevo”. Pareció que su obra tenía más que ver con su propia vida extraordinaria que con cualquier otra cosa.

Maya Angelou también es la madre de Guy Johnson, un brillante novelista.

Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu Jamal.

 © ’14 maj
28 de mayo de 2014
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México

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http://amigosdemumiamx.wordpress.com/2014/06/04/una-mujer-llamada-maya-1928-2014/


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Mumia Abu-Jamal #AM8335
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301 Morea Road
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"No voy a decirle a la gente qué hacer o cómo organizarse. Ya sabe hacerlo. Creo en la gente. La gente nunca te falla. Hace lo correcto porque sabe en su corazón lo que es correcto. Mis respetos." —MAJ