En solidaridad con el Pueblo de San Bartolo Ameyalco

A los Pueblos Originarios y Comunidades de la Ciudad de México.

A las organizaciones sociales y de Derechos Humanos.

Al pueblo de México.

Pueblos ... a los que estamos matando porque ellos viven del agua y nosotros se la robamos. Y el que cometemos es un hurto hídrico suicida, pues del agua que infiltran y conservan vivimos también nosotros, los sedientos chilangos de banqueta.

Armando Bartra

El buen gobierno del agua

La Jornada del Campo

El siglo XX mexicano, en el Distrito Federal, fue inaugurado anunciando la muerte de la ciudad lacustre: Porfirio Díaz concluyó la magna obra del gran canal del desagüe y, casi al mismo tiempo, inauguró el acueducto que dotaría de agua a la ciudad de México. Esto último fue posible gracias al despojo que de los manantiales de los pueblos de Xochimilco y Tláhuac realizó el gobierno mexicano. Desde entonces y durante toda la centuria pasada los pueblos originarios, anclados en la civilización mesoamericana, han tenido que sortear una serie de atentados en contra de sus respectivos patrimonios colectivos; resistiendo ante el expolio de sus recursos naturales (aguas, tierras y montes) y tratando de sobrevivir como entidades colectivas frente a la avanzada capitalista. Ésta es la historia negada de la ciudad de México: la lucha de las comunidades originarias por su sobrevivencia contra los proyectos modernizadores del Estado mexicano.

Las más de las veces, sin embargo, los despojos se han consumado y los pueblos han tenido que reinventar las maneras de seguir vivos en las circunstancias adversas en que la dinámica del capital los ha colocado. Pueblos que han perdido sus tierras, aguas y montes por los decretos expropiatorios de los gobiernos en turno. El discurso estatal siempre ha insistido en que sus proyectos traerán la modernidad, el progreso y el desarrollo; ideas tan vetustas como los medios de los que han echado mano para llevarlos a cabo: reprimiendo y violentando a las comunidades. Pero la historia, con sus diferentes contextos, se ha repetido una y otra vez: unos cuantos que continúan aumentando sus riquezas gracias a estos proyectos modernizadores y una inmensa cantidad de pobladores que ve mermada las condiciones materiales mínimas para su reproducción. Ésta es la realidad cotidiana en la ciudad de México: empobrecimiento de la gran mayoría, desolación y pérdida de los patrimonios comunitarios.

La ilusión de democratización y cambio, alentada por el PRD a partir de 1997, hoy se ha desvanecido. Los gobiernos perredistas del Distrito Federal aprendieron bien de las viejas administraciones priístas: imposición, represión y mano dura contra la disidencia. Ellas también han implementado políticas y obras que han pretendido despojar de sus recursos naturales a los pueblos originarios. En el gobierno de Marcelo Ebrard se quiso llevar a cabo una serie de megaproyectos que modificaban drásticamente la imagen rural de los pueblos de Tláhuac (entre ellos el que iba a ser el basurero metropolitano, disfrazado de centro de producción de energía con base en la incineración de la basura), concretándose sólo la expropiación de un buen número de hectáreas en zona ejidal para la construcción de la malograda línea 12 del Metro. Asimismo, durante su administración se iniciaron las gestiones y obras para la construcción de la Supervía Poniente, ante la cual pobladores de la Magdalena Contreras habían manifestado su rechazo. Esta última concluida por el actual jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera. También durante la actual administración se ha proyectado una megaobra carretera que afectaría el ecosistema chinampero y lacustre de los pueblos de Xochimilco, por lo que habitantes de la zona han desplegado una resistencia tenaz para evitar que esto se lleve a cabo. Éstos son los gobiernos de “izquierda” de la ciudad de México: ávidos también por despojar y privatizar los recursos naturales de las comunidades originarias.

La mañana del 21 de mayo de 2014 un nutrido contingente de granaderos (la cifras oscilan entre los 1000 y los 3500 de efectivos) arribó al pueblo originario de San Bartolo Ameyalco, ubicado en la zona meridional de la delegación Álvaro Obregón, con la intención de concretar el despojo de las aguas del manantial de la comunidad, esto es a través de la construcción de una obra de infraestructura hidráulica que el delegado Leonel Luna tiene proyectado. De acuerdo al discurso oficial las obras beneficiarán a la población local y zonas aledañas, pero entonces ¿por qué realizarlas con la presencia intimidatoria de cientos de policías? ¿Por qué no se informa y consensa si supuestamente es un beneficio para ellos? ¿por qué no se consulta, dialoga y se escucha a este pueblo originario? Lo único claro es que la discrecionalidad y la corrupción permean hasta lo más hondo de las administraciones delegacionales del Distrito Federal, y que la falta de legitimidad y veracidad en ellas son evidentes.

Los habitantes de este pueblo han estado ligados históricamente al vital liquido, no por nada su nombre significa "lugar donde brota el agua", defendiendo el manantial, lugar que de antaño es suyo, referente de su propia identidad y al cual consideran como un lugar sagrado, fueron agredidos por los granaderos; las confrontaciones de los dos bandos fueron continúas y se prolongaron por varias horas, dando por resultado un número indeterminado de varias decenas de lesionados y pobladores detenidos. Se impuso el monopolio de la violencia. Las versiones más difundidas, a través de los medios masivos de comunicación, mostraron una versión sesgada y tendenciosa de los hechos, sin referir que el motivo principal del enfrentamiento fue la defensa del vital líquido por parte de los habitantes de Ameyalco; que la falta de información y de consenso, negados ambos por la torpe actuación de la autoridad delegacional, agravó la situación y propició la represión policial contra los pobladores. El monopolio de la verdad, por medio de la prensa y la televisión vendidas, también se impuso.

Así pues, ante los hechos ocurridos en San Bartolo Ameyalco decimos:

Que manifestamos nuestra profunda solidaridad con los compañeros de Ameyalco en las difíciles circunstancias que están atravesando;

Que rechazamos enérgicamente la represión de la que han sido objeto los pobladores; que, asimismo, manifestamos nuestro rechazo rotundo ante el hostigamiento que actualmente están viviendo los habitantes de San Bartolo;

Exigimos que todo proyecto que concierna al pueblo primero deba de informarse claramente y consensarse con el pueblo antes de tomar una determinación;

Que se respete el derecho de autodeterminación que como pueblo originario posee Ameyalco;

Y, de la misma manera, exigimos la liberación de Gerardo Gutiérrez García, José Juan González Martínez, Javier Brígido Castro, Alberto Miguel Pérez Linares y Eduardo Mejía Nava, presos por defender el patrimonio colectivo de su pueblo, encarcelados con falsos cargos, y cuyo único delito ha sido levantar su voz en contra de los poderosos.

Solidariamente.

FIRMAS:

Frente de Pueblos del Anáhuac, Tláhuac, D. F.

Comité San Lucas Xochimanca. Xochimilco. D.F.

Asamblea de Migrantes Indígenas de la Ciudad de México

Ricardo Acosta Rosales: Coordinador del Consejo del Pueblo de Santa Cruz Xochitepec. Xochimilco. D.F.

Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

Alejandra Meza Velarde, Altepetl. Desarrollo Comunitario Productivo y Ambiental, A.C. Puebla

Martha A. Olivares Díaz, Profesora- Investigadora UACM.

Ramsés Arturo Cruz Arenas. ALASRU

Iván Gomescésar Hernández. Profesor-Investigador UACM

Pilar Padierna Profesora- Investigadora UACM

Juana Cruz-Morales. Profesora Investigadora de la Universidad Autónoma Chapingo.

Rosa María Torres Bustillos. Profesora- Investigadora- UACM

Fernando Valadez (miembro del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad y del Tribunal Permanente de los Pueblos)

Lénica Rodríguez Cruz Manjarrez. Profesora- Investigadora- UACM

Jesús López Estrada. profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa

Juan Carlos Loza Jurado. Originario, Milpa Alta , D.F.

Mariana Mendez, Mendez. Estudiante. UACM

María de Jesús García. Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la UNAM

Rubén Hernández .Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la UNAM

Rocío Juárez.Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la UNAM

José Carlos Luque Brazán, Profesor - Investigador. UACM

Lorena Guzmán Rodríguez. Facultad de Psicología, UNAM.

Itzam Pineda Rebolledo. Profesor UACM

Cristóbal Santos Cervantes (Universidad Autónoma de Chapingo)

Yuriria Juárez Martínez. Profesora-Investigadora UACM

Gisela Landazuri Benítez, Profesora Investigadora UAM-X

Carlos Bravo Marentes. Profesor-investigador. UACM

Liliana Paola Ávila Melendez. D.F.

Jorge Méndez Ramírez. D.F.

Arturo Andrade Fonseca. Mérida Yucatán

Diana Martínez (Coahuila, México)

Fabiola Carrasco Sánchez.

Paola Carrasco Sánchez

Irene Paula Sánchez Fonseca

Claudia Monje Reyes.

Imelda Soriano R.

Ana Valeria Memetla.

Magda Elena Carrasco Sánchez

Oswaldo Andrade Carrasco

Abigail González

Teresa West, Profesora-Investigadora UACM

Priscila Sainos

Imelda Soriano Ramírez

Mandar firma a los correos:

ilhuikatl2000@yahoo.com.mx.

y

tochtli23@yahoo.com.mx