Las empresas extractivas chinas están invadiendo y afectando el patrimonio ecuatoriano

Para desgracia de nuestros países, los llamados gobiernos progresistas no han podido ni intentado separarse del extractivismo que entrega las riquezas naturales a las grandes empresas extranjeras. Asimismo, algunos cínicos pretenden que los capitales chinos son una "alternativa" frente a los capitales gringos, pero el caso de la minería ofrece un contundente desmentido a tales afirmaciones. Compartimos materiales de compañer@s ecuatorian@s sobre estas importantes discusiones...


Presentación del libro “Mineras chinas en Ecuador: nueva dependencia”, de Gloria Chicaiza

El pasado viernes 28 de marzo, en las instalaciones de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito, tuvo lugar la presentación del libro titulado “Mineras chinas en Ecuador: nueva dependencia” de Gloria Chicaiza. Además de la participación de la autora, contamos con la presencia de la socióloga e investigadora argentina Maristella Svampa, el activista contra la minería Carlos Zorrilla y el líder de la resistencia del pueblo Shuar Domingo Ankuash.

Durante su exposición, Carlos Zorrilla hizo un recorrido histórico de la evolución del extractivismo minero en el país, con el fin de contextualizar la situación actual. Entre los ejemplos de resistencia contra estos proyectos, destacó la lucha en la zona de Intag. “El Ecuador no necesita minería. La riqueza está sobre el suelo, no en el subsuelo”, aseveró.

Por su parte, Maristella Svampa afirmó que “estamos ante las puertas de un nuevo imperialismo con China”, en referencia al rol preponderante que el país asiático ha adquirido en América Latina en los últimos años. Asimismo, señaló que la megaminería es la figura más extrema del extractivismo y por lo tanto, es la que más resistencias provoca. “No es un contexto de lo más optimista, pero hay que apoyar las luchas y darles visibilidad”, concluyó.

¿Alimentando un dragón que nos dominará?

Gloria Chicaiza, integrante de Acción Ecológica, advirtió que en el pasado los países de la región se encontraban endeudados con la banca multilateral, mientras que en la actualidad el endeudamiento es principalmente con un solo país, China. Sobre estas cuestiones y la forma en que las empresas chinas operan en Ecuador, conversamos con la autora del libro.

Escucha la entrevista acá:

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“Si quieren llevarse los recursos, nos tendrán que exterminar”

El dirigente Domingo Ankuash relató la resistencia del pueblo Shuar contra la megaminería en el sur de la Amazonía ecuatoriana. Muy crítico con el gobierno de Rafael Correa y sus planes de desarrollo para la región amazónica, aseguró que “la Amazonía es una suerte, y es esa suerte la que nos quieren quitar”. Aprovechamos su presencia en este acto para charlar con él sobre estos temas.

Escucha la entrevista acá:

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http://mirgartor.wordpress.com/2014/04/01/gloria-chicaiza-las-empresas-extractivas-chinas-estan-invadiendo-y-afectando-el-patrimonio-ecuatoriano/


Mineras chinas en Ecuador: la nueva dependencia

de Gloria Chicaiza

Introducción

China ha tenido un innegable crecimiento que la ha convertido en un referente al momento de analizar la economía nacional, regional y mundial. El crecimiento de China demanda enormes recursos para sostener su economía, lo que lleva a este país a salir al mundo en búsqueda de materias primas, energía y alimentos.

En términos de nuevas inversiones, hay un especial interés de China por acceder a los recursos naturales, entre ellos, los minerales, tanto en América del Sur como en el resto del mundo. La emergencia de este gigante asiático y su forma de relacionamiento con los países latinoamericanos pone en evidencia el papel de algunos de éstos como proveedores de materias primas. Evidentemente este es el caso de Ecuador.

Para garantizar sus inversiones en América del sur, China ha firmado Tratados de Libre Comercio (TLC). Chile fue el primer país en firmar un documento de esta naturaleza en 2005, tratado que entró en vigencia desde octubre de 2006. El segundo país en firmar un TLC con China fue Perú en noviembre de 2008.

Semanas después, China hizo pública la intención de continuar con la suscripción de tratados de libre comercio con los países u organizaciones de integración regional latinoamericanos y caribeños, señalando que promoverá entre otras inversiones, la explotación de recursos mineros.

Para el caso ecuatoriano, en términos de inversión minera, el primer paso se dio en junio de 2010, cuando el consorcio conformado por la China Railway Construction Corporation y la Tongling Nonferrous Metals Group adquirieron las concesiones de la empresa canadiense Corriente Resources para la fase de explotación de cobre en la Cordillera del Cóndor. El cobre es un producto primario, un commodity de primera necesidad en un país como China, donde existe una enorme industria tecnológica que basa su producción en este metal.

Por otra parte, la relevancia del cobre en el mercado mundial incrementa el interés chino por explotar este mineral.

Parte de la estrategia china de expansión minera en América del Sur incluye la alianza realizada con la empresa estatal chilena Codelco, a partir de la cual podría facilitarse su expansión en el resto de la región. En 2009, en un acto encabezado por el actual presidente de la República, Rafael Correa se suscribió un acuerdo entre el Ministro de Minas y Petróleo ecuatoriano y el presidente de Codelco para que la estatal chilena realice exploraciones mineras de cobre en propiedades mineras que están en manos del Estado ecuatoriano.

Simultáneamente se ha conocido de negocios entre las estatales China Minmetals y la chilena Codelco, con la posibilidad de comprar en sociedad prospectos mineros. La prensa chilena ha precisado dos, uno en Ecuador y otro en África. Al momento la estatal chilena Codelco cuenta con 11 sitios mineros en Ecuador. Se puede prever que de llegar a explotar alguno de estos yacimientos, posiblemente operará en combinación con la estatal China Minmetals.

En el ámbito de lo político, China cuestionaría el orden mundial de alguna manera. Sin embargo, es evidente que este gran país funciona con parámetros similares al capitalismo, con prácticas empresariales muy similares a las de cualquier empresa del mundo occidental. Así por ejemplo, las estrategias de relacionamiento chinas con países como Ecuador son similares a las políticas ejercidas históricamente por el capitalismo (endeudamiento, condicionamientos, dependencia, devastación de la naturaleza). Incluso China maneja estándares ambientales y laborales distintos de aquellos que tienen Estados Unidos o Europa.

En términos ambientales, la minería a gran escala es una de las actividades más destructivas que existe, dada la extensión de los espacios de explotación y la cantidad y toxicidad de los desechos que produce. La práctica de la minería a gran escala puede vulnerar derechos conexos al acceso, disponibilidad y calidad del agua, lo que implicaría –en Ecuador– una violación a derechos constitucionales como el derecho a la salud (Art. 32 de la Constitución del Ecuador), la prohibición de acaparamiento del agua y sus fuentes (Art. 282), el derecho a la gestión exclusiva pública o comunitaria del agua (Art. 318) y la sustentabilidad de los ecosistemas (Art. 411).

Además la Constitución señala que la voluntad constituyente fue la de crear, entre otras “una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay”, y que reconoció el derecho de los ciudadanos de “vivir en un ambiente sano, ecológicamente equilibrado, libre de contaminación y en armonía con la naturaleza” (Art. 66-27) y declaró a la naturaleza como un sujeto de derechos “aquellos derechos que le reconozca la Constitución” (Art. 10).

En el plano nacional se nos vendió la minería en una envoltura verde, de la mano de revolución; pero solo hemos conseguido una involución en términos de derechos: de expresión, de respeto a la naturaleza, del sumak kawsay. El ideal de economía soberana, post-petrolera, de las nuevas matrices energéticas, de las propuestas con energías alternativas y los planes para dejar el petróleo bajo tierra se desvanece cada día y el país depende cada vez más del petróleo y los minerales, condicionados a los mercados internacionales. Y así como nunca antes, Ecuador depende más de petróleo y minería; nunca antes ha estado más endeudado con un solo país como lo está ahora con China.

Este trabajo presenta un mapeo de las inversiones chinas en el país en cuanto a industrias extractivas con énfasis en minería, así como un análisis de sus prácticas corporativas con énfasis en materia de estándares e impactos sobre el ambiente.


Acá el resto del texto: