Por la libertad de Mario González

Presentan denuncia penal contra el GDF por los delitos de tortura, detención arbitraria y abuso de autoridad en contra de Mario González García

Boletín de Prensa

Limeddh

La tortura, como un delito grave, ha sido repudiada por los diversos países adherentes a la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes, la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura; el primero de estos instrumentos en vigor en México desde el 26 de junio de 1987, mientras que el segundo fue ratificado por nuestro país en 1987. Sin embargo, lastimosamente en las instituciones de nuestro país la tortura continúa como una práctica sistemática que sigue atentando contra la integridad de las personas.

Ante la Corte Interamericana se ha demostrado la falta de controles en la custodia y puesta a disposición de una persona detenida, el carácter inquisitorial de los procesos judiciales ante las amplias facultades del Ministerio Público, la falta de profesionalización y sensibilidad de los médicos y peritos para certificar las lesiones de detenidos, entre otros factores, abonan a la práctica judicial en nuestro país.

La tortura, no es solamente un método puesto en práctica por las instituciones castrenses y de procuración de justicia para forzar a una persona a firmar una confesión; es también una forma de castigar a alguien porque se sospecha que ha cometido un acto reprobable; así como un medio de intimidar o coaccionar a otras personas, o bien, como un acto de discriminación.

En el caso particular de Mario González, denunciamos la aplicación de esta terrible práctica de tortura, llevada a cabo por autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública, Procuraduría General de Justicia y Personal del Sistema Penitenciario del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente. Como veremos, la tortura padecida por Mario González está directamente relacionada con su participación política y agravada por su aspecto físico. Estos hechos de tortura ocurren además, en un contexto de criminalización de la protesta social, extendida desde las reformas al Código Penal para el Distrito Federal donde se sancionan en una mitad más los delitos de robo, lesiones y homicidio cometidos en una concentración política, hasta los operativos planeados y ejecutados en las manifestaciones sociales basados en la práctica de “encapsulamiento”.

Así las cosas, que el pasado 2 de octubre, Mario González García iba en un autobús que salió del estadio de ciudad universitaria, pasando por el centro de la ciudad de México, cuando en la esquina de 5 de mayo e Isabel la Católica varias patrullas (cinco o seis) le cerraron el paso al autobús, se subieron aproximadamente cuatro o cinco policías y bajaron a todos los jóvenes que iban a bordo, entre ellos a Mario, a quien dijeron que caminara hacia una de las patrullas, ahí los empezaron a revisar; después de revisarlo llegaron más de 50 granaderos, entre ocho y diez de ellos comenzaron a golpearlo.

A Mario le dieron descargas eléctricas en costillas y en la parte baja de la espalda del lado izquierdo, mientras pasaba eso le decían insultos y amenazas, lo golpearon en el rostro con la mano abierta, lo golpearon en las piernas y le pegaron en el estómago, después lo subieron a una patrulla con otras tres personas y ahí los policías le quitaron el teléfono. Luego les dieron vueltas hasta que los bajaron, no recuerda donde, para volverlos a esculcar, ahí les empezaron a tomar fotos, le volvieron a golpear en el estómago y a dar más toques eléctricos en costillas y espalda; los esposaron mientras los amenazaban diciéndoles que los iban a mandar a la cárcel y que ya habían “valido madre por pinches anarquistas revoltosos”.

Al llegar al Ministerio Público, el trato no fue distinto pues en la agencia 44, al llegar ahí los agentes del MP en todo momento los estuvieron intimidando diciéndoles muchos insultos, como “pinches mugrosos”, les apretaron más las esposas. También los hostigaban tomándoles fotos muchas veces con sus teléfonos, los patearon, los amenazaron con que los iban a madrear por pinches revoltosos, después los llevaron al médico legista.

A Mario lo trasladaron a un hospital por General Anaya para revisarle el brazo ya que lo tenía muy hinchado, como producto de la tortura resultó con múltiples lesiones, principalmente en el brazo derecho (luxado) y la pierna izquierda.

No obstante, estas lesiones no fueron certificadas por la autoridad ministerial, ni por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal quien, en contubernio con el GDF, determinó que no existieron violaciones graves a los derechos en los acontecimientos derivados de la marcha del 2 de octubre.

Actualmente Mario González se encuentra en la etapa de apelación de sentencia dictada en su contra por su presunta participación en la comisión del delito de Ataques a la paz pública. Ello, sin haberse realizado el proceso judicial con las debidas garantías que establece el artículo 20 de nuestra Constitución.

Resulta entonces que el fraude judicial, con la utilización de la tortura, se va conformando día a día en ese esquema sistemático, que desarrollado desde el estado como política pública, da píe a los legítimos reclamos sociales, por lo que exigimos:

1. Una investigación profesional e imparcial de los hechos por parte de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, sobre las violaciones a derechos humanos planeadas y ejecutadas en contra de los manifestantes.

2. Que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal lleve a cabo una investigación ajustada a los principios pro persona, donde evite justificar las actuaciones de uso inusitado de la fuerza pública y detenciones arbitrarias que llevó a cabo el Gobierno del Distrito Federal.

3. Invalidar en el proceso de Mario González, las actuaciones de los policías aprehensores.

4. De manera general, que las autoridades del Gobierno del Distrito Federal, de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal ajusten sus declaraciones con base en lo dispuesto por la Declaración Universal de Derechos Humanos

¡TORTURA NUNCA MÁS!

“¡NI UN PRESUNTO CULPABLE MAS!”

“¡BASTA DE FABRICAR DELINCUENTES!”

A los medios de comunicación, organizaciones de derechos humanos y público en general:

ATENTAMENTE

Por las organizaciones,

Dr. Adrián Ramírez López, Presidente de la Limeddh

Recibimos comunicación: onp.mexico@gmail.com

Red de Alerta Temprana Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos A.C. (Limeddh), Fundación Diego Lucero A.C., Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos en México (AFADEM FEDEFAM), Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), el Observatorio Nacional de Prisiones México (ONP México), la Red Universitaria de Monitores de Derechos Humanos (RUMODH), el Centro de Derechos Humanos Coordinadora 28 de Mayo A.C., la Asociación de Derechos Humanos del Estado de México (ADHEM), Asociación para la Defensa de los Derechos Humanos y Equidad de Género (ASDDHEG).

2005-2015 “Década de lucha contra la impunidad”

México, Distrito Federal a 5 de febrero de 2014