¿Bombas sobre Damasco?

por Mumia Abu-Jamal

El presidente Barack Obama, visto por algunos desde hace mucho tiempo como el contrapunto anti-guerra a la locura del beligerante gobierno de George W. Bush, ahora se ha transformado casi totalmente en Bush III.

En sus discursos bélicos que llaman al bombardeo de Siria, Obama cita las violaciones a la ley internacional por ese país, a la vez que menosprecia el papel de las Naciones Unidas, (ONU). Esto, por decir los menos, es una contradicción.

Ahora que su aliado incondicional Gran Bretaña lo abandona, Obama opta por conseguir el respaldo del Congreso para compartir la gloria o la culpa por si acaso su más reciente aventura imperial resulte en desastre, como en Irak.

En cualquier caso, el violar el derecho internacional no es nada nuevo para Estados Unidos. La tortura es una violación del derecho internacional; sin embargo, ésta se practica diariamente en la base naval de EU en la Bahía de Guantánamo, por no mencionar los “sitios negros” (prisiones secretas) operados por la CIA en varias partes del mundo.

Pero este presidente que presume de ser experto en las violaciones del derecho internacional hace borrón y cuenta nueva para la CIA por sus cámaras de tortura, (por no mencionar su destrucción de evidencia), diciendo esencialmente, lo pasado, pasado está.

Del mismo modo, el máximo crimen de guerra según el derecho internacional, específicamente el Tribunal de Nuremberg que enjuició y condenó a los Nazis, es la agresión contra una nación que no atacó al agresor. Ésta también es una violación de la Carta de las Naciones Unidas, la cual considera el inicio de una guerra “el mayor crimen internacional diferenciándose de los otros crímenes sólo en que contiene en sí mismo la perversidad acumulada de todos“.*

Por eso, la Guerra contra Irak no solo fue una gran estupidez, sino también un crimen.

Sin embargo los criminales de guerra que desataron esa guerra ilegal e injusta son inmunes, porque lo hicieron para favorecer al imperio (o tal vez algo aún más importante, las empresas globales).

¿Por qué no los enjuician por violar el derecho internacional? Parece que ese trato se reserva para los líderes africanos y quizás asiáticos, pero nunca se da a los europeos o estadounidenses.

La ley internacional no es más que una hoja de parra, porque cubre muy poco, especialmente si hay muy poco que cubrir.

Siria está enfrascada en una cruel y despiadada guerra civil. Lucha por su propia sobrevivencia.

Estados Unidos no debe tener nada que decir en el asunto después de haber reducido a Irak a una brasa humeante que lucha para renacer como resultado de una invasión que hizo de la región un camposanto.

Este llamado ‘imperialismo humanitario’ es simplemente el imperialismo por otros medios.

Mientras tanto, en casa, Estados Unidos es incapaz de educar a la juventud u ofrecer servicios de salud a millones de sus ciudadanos, pero sus prisiones son las más pobladas de la faz de la tierra. Y la elite de Wall Street son los rateros más grandes de la cuadra y gozan de tanta inmunidad como los invasores de Irak y Afganistán.

El Congreso, por su lado, es tan popular como el herpes; los senadores y diputados no son otra cosa que los empleados bien pagados de Wall Street y de la industria de las armas.

¡¿¡Y la nación se embarca en una nueva guerra!?!

*Fuente: Noam Chomsky, Interventions. (San Francisco, CA: City Lights, 2007) p.105.

1 de septiembre de 2013

Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org

Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com

Traducción Amig@s de Mumia, México

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