El anuncio de Banksy sobre los anuncios

Hay gente que se burla de ti todos los días. Se entrometen en tu vida, te lanzan un golpe bajo y desaparecen. Se burlan de ti desde lo alto de los edificios y te hacen sentir pequeño. Desde los autobuses hacen comentarios baladíes que insinúan que no eres lo suficientemente atractivo y que todo lo divertido sucede en otro lugar. Salen en la tele y hacen sentir a tu novia inadecuada. Ellos tienen acceso a la tecnología más sofisticada que el mundo ha visto y te agreden con ella.

Ellos son los publicistas y se están riendo de ti

Tú, sin embargo, tienes prohibido tocarlos. Las marcas registradas, los derechos de propiedad intelectual y la ley sobre derechos de autor se traducen en que los publicistas puedan decir lo que se les antoje, cuando se les antoje, con total impunidad.

Al carajo con eso. Cualquier anuncio en un espacio público que no te da la opción entre verlo o no, es tuyo. Tuyo para que lo tomes, lo reordenes y lo reutilices. Puedes hacer lo que quieras con él. Pedir permiso es como pedir que te dejen quedarte con una piedra que alguien te aventó a la cabeza.

Tú a las compañías no les debes nada. Menos que nada y en particular, no les debes ninguna cortesía. Ellas están en deuda contigo. Ellas han reorganizado el mundo para ponerse enfrente de ti. Nunca te pidieron permiso. No pienses en pedírselo tú a ellas.

 Banksy