por Mumia Abu-Jamal

Un día, un día relativamente pronto, el gobierno del presidente Barack Hussein Obama terminará pasará a la esfera de la historia.

Habrán pasado ocho años. Esto es cierto. Pero habrán pasado con una velocidad que es difícil expresar.

Entonces el hijo de un pastor de cabras keniano vuelto funcionario fracasado, Barack Obama, el más improbable de los candidatos, cederá su lugar a otra persona.

Aunque habrá hecho historia, recordado en libros, museos y cuentos de trivialidades presidenciales, también habrá hecho otro tipo de historia, de un tipo más silencioso.

La historia de la América Negra, escrita más en canciones que en hojas de papel, no será la memoria del mejor de los tiempos, sino, con demasiada frecuencia, del peor de los tiempos.

Los índices de desempleo, deserción escolar, ejecución hipotecaria y encarcelamiento masivo registrarán fuertes aumentos y, paradójicamente, el estado de la comunidad Negra a nivel nacional siendo cada vez peor.

Habrán pasado ocho años, y desde cualquier punto de vista, la vida de la población negra se habrá vuelto más inestable, más retadora, más estridente y más brutal.

Algunos dirán que los intereses de la América Negra no deberían ser los suyos, porque él es presidente de todo el país. Pero más que cualquier otro grupo, los estadounidenses negros han sido sus votantes más leales. Entonces ¿por qué será que la gente que más lo apoya recibe menos beneficios de todo tipo?

¿Qué tipo de lógica política es ésta?

Además, ¿cuál otro grupo de electores la aceptaría?

“Estoy votando por ti, hombre. ¡¿Pero yo no quiero nada. No quiero escuelas mejores. Quiero más terrorismo policiaco. Quiero que los jueces me escupan aún más seguido. No quiero empleos para nadie en mi barrio?!”

Los africanos en Estados Unidos tienen una larga y tortuosa historia de lealtad a las instituciones, las cuales que no son leales a ellos: los gobiernos coloniales. Los partidos políticos. El ejército. Los gobiernos estatales.

Y los presidentes ––hasta los presidentes negros.

Los símbolos son muy poderosos (y la esencia de la política es el símbolo), pero cuando están vacíos de sustancia, se vuelven huecos.

— © ’13 maj
10 de febrero de 2013
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México

http://amigosdemumiamx.wordpress.com/2013/02/20/el-ultimo-dia/

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"No voy a decirle a la gente qué hacer o cómo organizarse. Ya sabe hacerlo. Creo en
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