Carta de Dimitris Christoulas

, por EdeN

Carta de de jubilado de 77 años de edad que se suicidó frente al Parlamento Griego:

" El Gobierno de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años.

Y dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un kalashnikov, yo le apoyaría) no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir.

Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún día las armas y colgarán boca abajo a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussollini en 1945 ".


Suicidio público delante del Parlamento

Verva Volant

Un jubilado de 77 años se ha suicidado esta mañana, en la plaza mayor de Atenas Síntagma (Constitución), delante del Parlamento. Ha sido uno de los muchísimos suicidios realizados durante los últimos años en Grecia. A lo mejor la palabra suicidio es errónea. En realidad se trata de un asesinato. Las condiciones inhumanas de inseguridad, precariedad, miseria e indignación que ha generado el mismo Sistema, conducen a la gente a la desesperación y a la muerte.

Ya Grecia está entre los primeros países en Europa en número de suicidios por habitante, si hace unos años era uno de los países con menos suicidios en Europa. Según las cifras oficiales, hay un incremento del 40% entre enero y mayo de este año en relación al mismo período de 2010. Los suicidios se han duplicado desde que ha comenzado la llamada crisis, hace unos dos años y medio. Y van creciendo día tras día. Sólo hoy, 4 de abril, una persona más se ha suicidado en Creta, mientras que una más ha intentado suicidarse en la isla de Quíos.

El jubilado confrontaba enormes problemas económicos que lo condujeron a la desesperación. A las 9 de la mañana se disparó a sí mismo con una pistola, escogiendo poner fin a su vida en un sitio simbólico. En la nota que dejó (primera foto) dice:

“El gobierno de ocupación de Tsolákoglu[1] ha aniquilado, literalmente, todo vestigio de mi supervivencia, que se basaba en una pensión decente, por la cual he estado pagando yo solo durante 35 años (sin el apoyo del Estado).

Y como tengo una edad que no me permite una reacción combativa (desde luego sin excluir esta posibilidad; Si una sola persona tomara un kalashnikov, el segundo sería yo), no puedo encontrar otra solución, salvo un fin decente, antes de empezar a buscar comida en la basura para alimentarme.

Creo que los jóvenes sin futuro van a tomar las armas y van a ahorcar a los traidores nacionales boca abajo en la plaza de Síntagma, como se lo hicieron los italianos a Musolini en 1945, en la plaza Loreto de Milán”.

Hoy, miércoles 4 de abril, a las 18:ooh, se va a celebrar una manifestación en la plaza de Síntagma, Atenas. En la segunda foto se ve el cartel-convocatoria a la manifestación. Pone: “No ha sido un suicidio. Ha sido un asesinato. Que no nos acostumbremos a la muerte”. Otras manifestaciones se realizarán en Tesalónica y en Heraclión, Creta.

Hace unas semanas escribimos que nos quitan los sueldos y las pensiones, nos están quitando la propia vida. No era una metáfora. La persona que se ha suicidado en la plaza mayor de Atenas fue uno de los muchísimos casos que justifican esta constatación. Hace unos días una persona mayor se quitó la vida en la isla de Zante, dejando una nota, en la que decía: “no quiero ser una carga para mis hijos”. Muchísimos son los casos de suicidios que no salen a la luz del día. El capitalismo nos ha mostrado su verdadero rostro hace mucho tiempo.

Están matando nuestros sueños, están saqueando nuestras vidas, están matando a seres humanos, prójimos a nosotros. Se tiñen las manos con sangre, pero llenan las cajas fuertes, las suyas y las de sus patrones. Conducen las masas a la miseria, pero…nos están “salvando”. Disparan nuestras vidas, pero…nos prometen un “futuro mejor”. El Capital y el Estado nos conducen a la miseria, a la indignación, a la muerte. ¡No podemos permanecernos pasivos, contemplándolos ejecutándonos a sangre fría! No puede ser que nos quedemos de brazos cruzados y que los veamos asesinándonos, quitándonos la vida, matándonos diariamente.

¿Necesitamos más ejemplos llamativos para hacer lo que nos incita hacer el jubilado[2] que se vio forzado a quitarse la vida delante del Parlamento? No sólo los oprimidos en el territorio del Estado griego. Los oprimidos de toda la tierra.

P.D. No es el momento adecuado de dedicar tiempo para criticar o analizar las lágrimas de cocodrilo derramadas por los políticos y los medios de desinformación.

[1] Primer ministro griego, nombrado por las fuerzas de ocupación alemanas durante la ocupación del país por los nazis en la segunda guerra mundial.

[2] Por supuesto no estamos de acuerdo con lo de los traidores nacionales. No obstante, todos entendemos el mensaje y lo interpretamos de distintas maneras…


Carta del anciano que se suicidó en Atenas: Algún día los jóvenes cogerán las armas y colgarán a los traidores

Tercera Información

Esta es parte de la carta encontrada en los bolsillos del anciano que puso fin a su vida en plena vía pública frente al parlamento griego:

" El Gobierno de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años.

Y dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un kalashnikov, yo le apoyaría) no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir.

Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún día las armas y colgarán boca abajo a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussollini en 1945 ".

Son las últimas palabras de Dimitris Christoulas, el jubilado de 77 años que ayer ponía fin a su vida pegándose un tiro ante el Parlamento griego, agobiado por las dificultades económicas por las que atravesaba.

En su carta de suicidio habla del Gobierno de Tsolakoglou, primer ministro colaboracionista que gobernó el país durante la ocupación por los nazis, en clara referencia al actual Gobierno de Lucas Papademos.

Christoulas era un jubilado enfermo de cáncer, casado y con una hija que había vendido la farmacia que regentaba en 1994 y que, por lo que explica en su carta, vivía de una pensión que él mismo había pagado sin ninguna ayuda del Estado.

"La carta manuscrita dejada por mi padre lo dice todo. Él dejó dos cartas, una en casa y otra que llevaba consigo cuando se suicidó, con el mismo contenido", reveló su hija Emily Christoulas al diario griego ’Protothema’.

La muerte de Dimitris es la gota para rebosar el vaso de un país agónico. Las pensiones de jubilación se han recortado desde el inicio de las medidas de austeridad del Gobierno en 2010 alrededor de un 15 %, además de otros complementos, mientras que las de más de 1.200 euros han experimentado un tijeretazo adicional del 20%.

Además, los precios han subido una media del 10% en los últimos dos años y se han incrementado notablemente los impuestos -tanto directos como indirectos- y las tasas municipales.

Sólo hay que echar un vistazo a las cifras de suicidios en los últimos años. El número ha aumentado de forma notable en los últimos tres años en Grecia, y los especialistas creen que es una consecuencia de la grave crisis económica que atraviesa el país.

Serios disturbios en Grecia tras suicidio de anciano por recortes económicos

El suicido de un anciano griego jubilado en protesta por las dudas medidas de austeridad aprobadas por el gobierno desató fuertes disturbios en la noche del miércoles en la plaza Syntagma, en el centro de Atenas, informaron hoy la radio y prensa locales.

La policía antidisturbios disparó gases lacrimógenos en su enfrentamiento con unos 1.500 manifestantes que lanzaron cócteles molotov y piedras ante el edificio del Parlamento a primera hora del jueves. Diez personas fueron detenidas y dos heridos fueron llevados al hospital, según fuentes oficiales.

Las protestas se produjeron horas después de que un farmacéutico jubilado de 77 años se suicidara con un disparo en la cabeza cerca de una salida de metro abarrotada de gente que se dirigía a trabajar en la misma plaza en la mañana del miércoles.

La televisión privada Skai señaló que el hombre dejó una nota en su bolsillo la que atribuía su decisión de quitarse a la vida a la crisis de deuda, alegando que no quería ser una lastra fiscal para sus hijos después de que el gobierno recortara su pensión. Aseguraba que el gobierno le había hecho imposible la supervivencia con una pensión a la que contribuyó durante 35 años.

"No encuentro otra solución que un fin digno antes de tener que revolver en la basura en busca de comida", añadía el texto.

El caso conmocionó a la opinión pública. Cientos de personas dejaron flores y notas escritas clavadas en el árbol bajo el cual se suicidó.

El primer ministro griego, Lucas Papademos, y los líderes de los principales partidos que respaldan el gobierno de coalición lamentaron el incidente, pero destacaron que no de debía convertirse en un debate nacional.

"Las circunstancias exactas que llevaron a este hombre a poner fin a su vida no se conocen y creo que debemos permanecer calmados y mostrar respeto por los sucesos verdaderos", dijo el portavoz del gobierno, Pantelis Kapsis.

En Grecia, los suicidios han aumentado en casi un 20 por ciento en los últimos dos años como resultado de los duros recortes que incrementaron el desempleo y la recesión económica. Hoy se esperan nuevas protestas.